El evento dio comienzo el miércoles día 13 con la llegada de todos los socios a la Pizzeria “La Bruschetta”, situada en la mítica “Via Giardini”, carretera que une la ciudad de Modena con Maranello, y en la que en algunos de sus tramos, la Scuderia Ferrari ponía a punto sus coches de carreras a principios de los años 50. El hecho de que la mayoría de los inscritos llegaron con sus Ferrari al restaurante, hizo que la entrada de este establecimiento se tiñera de rojo con la presencia de nuestros coches.

Al día siguiente, y gracias a la proximidad del Hotel a las principales zonas de interés, a las 9,30 de la mañana fuimos andando hasta la Galleria Ferrari, para visitar los “Cavallinos” expuestos, entre los que destacaban el famoso Testarossa vencedor en Le Mans en 1962, el Ferrari 330TR LM nº6 único en su género, y que tan magistralmente llevaron hasta la Meta, Gendebien y Hill, después de 24 horas de carrera. También pudimos ver de cerca el 350 Can Am nº27 que certificó Ferrari Classiche el pasado año y que fue presentado en la subasta que RM Auctions celebró en Mayo de 2009 en Fiorano, y el Ferrari 512M nº16 del equipo de David Piper, clasificado cuarto con Craft y Wier, en las 24h de Le Mans de 1971, en un estado casi perfecto.

Aunque muchos ya conocíamos esta sección de Ferrari dedicada a los clásicos, gracias a la información facilitada por la propia casa, el poder entrar en ella para verla de cerca nos causó a todos una sensación indescriptible, sobre todo cuando vimos la excelente labor de restauración realizada de algunos Ferrari, que les ha devuelto realmente a la “vida”. Poco después accedimos a la nueva cadena de montaje, inaugurada a mediados del 2008 y que en la actualidad ya trabaja a pleno rendimiento, donde se nos explicaron las distintas fases de las estaciones de trabajo y donde pudimos apreciar, que aunque esta nueva sección de la Fabrica es realmente muy moderna y robotizada, las partes más importantes y vitales del montaje de cada Ferrari, aún se siguen realizando de forma manual por los operarios.

La visita continuó en la Planta Mecánica, donde se pulen y ajustan todas las piezas de los motores antes de ser montadas, para más tarde dirigirnos a la Gestione Sportiva, para acceder a los distintos box de trabajo del equipo de Fórmula 1, donde se nos explicaron algunos detalles de los monoplazas y de la labor que realizan los mecánicos en ellos, y en cada Gran Premio. Finalizada la visita, nos tomamos un espacio de tiempo para la reflexión y asimilar todo aquello que habíamos vivido y que compartimos muchos de nosotros saboreando unas cervezas en una Cafetería cercana a nuestro Hotel.

El evento empezaba a acercarse a su fin, pero no queríamos despedirnos de Maranello sin celebrar con una buena cena, todo lo que habíamos visto a lo largo de los dos días en la “Meca” del Cavallino, por eso elegimos el Ristorante Montana para compartir mesa, intercambiar opiniones y risas, en un ambiente cordial y relajado, que será difícil de olvidar por todos nosotros. Justo a los postres, Mamma Rossella salió de la cocina para saludarnos, momento que aprovechamos para entregarle una insignia adhesiva de nuestro Club, para que lo pusiera en un lugar bien visible de su establecimiento, junto a otras insignias de otros clubes que habían visitado con anterioridad su restaurante.