Alrededor de las 9 de la mañana, el grupo de ferraristas inscritos en el evento se reunió en el Restaurante Robin Hoot Inn, de Estepona, desde donde se partiría en Convoy hacia Jerez. Una vez en el trazado, los Ferrari se estacionaron en una zona habilitada y vigilada, para que los aficionados pudieran apreciar de cerca nuestras maquinas.

Hacia el mediodía y una vez recibidas las explicaciones pertinentes por parte de los responsables del circuito, los socios salieron a rodar por el circuito, primero en grupo a lo largo de dos vueltas, a modo de exhibición y tras el coche de seguridad, y más tarde en tandas libres, para que cada uno rodase a su ritmo y disfrutando del pilotaje de sus coches.

Finalizadas las tandas, hicimos una visita a las instalaciones del circuito y más tarde pusimos rumbo hacia la Bodega de González Byass, donde hicimos una visita guiada de las instalaciones, cata de vinos y una comida que pondría punto y final a la jornada.