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      Viaje a Italia 2013 - Visita a la Fábrica Ferrari
       (3, 4, 5 y 6 de julio de 2013)


      El viaje a Italia que organiza el Club cada año para visitar la Fábrica Ferrari, tenía en esta ocasión un carácter muy especial, puesto que uno de nuestros socios nos pidió que organizásemos con el Departamento Ferrari Classiche, una cita para certificar como clásico su Ferrari 328GTS, y por este motivo, pensamos que este viaje tendría que ser diferente, por lo que decidimos alargar un poco más nuestra estancia en tierras italianas, y organizar algunas visitas que a todos los buenos amantes del mundo del motor les complacerían.

      Como el propietario del 328GTS deseaba realizar el viaje con su F355 Berlinetta, nos ofreció la posibilidad a mi amigo y colaborador Sergi Miguel, y a mí, de llevar su coche hasta Maranello, por lo que aceptamos gustosamente, ya que para nosotros representaría todo un placer realizar el viaje de 1100km desde Barcelona al volante de un clásico de 1986, con todo lo que ello representa, y acompañados por otros tres Ferrari de otros socios con los que realizaríamos juntos el viaje.

      Queremos destacar también, que en esta ocasión y gracias a la aceptación por parte de Ferrari, superamos con creces el número máximo de inscritos de 20, a nuestra cita con la “Meca” del Cavallino Rampante, siendo 26 el número total de personas que compartimos este magnífico fin de semana de Julio, llegados de Málaga, Madrid, Valencia, Zaragoza, Lleida y Barcelona, desplazándose algunos en avión y los que más, con sus respectivos Ferrari, queriendo hacer hincapié en un socio de Córdoba, que realizó el viaje de más de 4000km de ida y vuelta con su Ferrari Mondial T Coupé, demostrándonos su gran pasión por la marca.

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      Así y después del largo desplazamiento desde nuestro país, a última hora de la tarde del día 3, fuimos llegando todos al complejo residencial Maranello Village, lugar donde nos hospedaríamos, y elegido en esta ocasión por su ambientación y por pertenecer a la propia Ferrari, lo que nos permitió estacionar los coches con toda tranquilidad e incluso acceder al parking subterráneo para guardarlos durante la noche.

      El reencuentro con varios amigos con los que compartimos eventos en otras ocasiones, fue como siempre muy cordial, y ello nos permitió disfrutar de una amena charla mientras tomábamos algunos refrescos para mitigar un poco el calor, mientras hacíamos tiempo a la espera de la llegada de los socios que llegaban en avión. Una vez estuvimos todos, nos desplazamos a pié hasta el Ristorante Paddock, situado en frente mismo de la recepción del Hotel, donde nos sirvieron una sabrosa cena a base de pasta y pescado, que nos sirvió para reponer fuerzas y prepararnos para la primera visita que realizaríamos al día siguiente.

      Después del magnífico desayuno tipo “buffet” que tomamos en el Hotel, dispusimos nuestros Ferrari en fila para desplazarnos hasta la localidad de Castelfranco Emilia, donde se encuentra la sede de Pagani Automobili. Para llegar hasta allí, seguimos ex proceso un itinerario algo más largo, con la intención de que nuestros socios conocieran algunos detalles de las localidades que cruzamos, siguiendo en todo momento la Via Giardini hasta llegar a Modena, donde pasamos en caravana por el centro histórico de la ciudad, hasta llegar a la carretera nacional SS9 dirección a Bolonia. Después de un agradable itinerario, llegamos hasta el polígono industrial donde se encuentra la Fabrica Pagani. Allí nos esperaba la responsable de marketing la Srta. Laura Tancredi, que gracias a sus orígenes italo-argentinos, nos deleitó con una agradable visita en castellano.

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      En Pagani, pudimos apreciar lo que hoy significa la producción artesanal de unos súperdeportivos, apreciados en todo el mundo por su diseño y prestaciones, y que en su fabricación se emplean los más sofisticados materiales, como la fibra de carbono trenzada con hilos de Titanio y el Kevlar, en la construcción de los chasis y la carrocería, y del aluminio, madera y las pieles más exóticas en el acabado de los habitáculos.

      En la actualidad la producción de Pagani es de unos 20 coches al año y se realiza en dos naves situadas entre lo que fue la antigua fábrica y otra nueva, situada a unos pocos centenares de metros, donde gracias a su amplio espacio, disponen además de unos grandes almacenes de material con todas las piezas que se emplean en la producción de cada vehículo.

      En esta nueva nave tuvimos la suerte de conocer en persona, al creador de todo este sueño, al Sr. Horacio Pagani, que nos saludó muy amablemente y compartió con nosotros algunos “secretillos” de la realización de sus coches y que luego aceptó a posar con nosotros en una foto de recuerdo con el grupo.

      A la salida de la visita y justo cuando estábamos comentando las experiencias vividas en el interior de esta Fábrica, salió el Sr. Pagani al volante de un espectacular Ford GT con una decoración muy racing conocida por todos, demostrando una vez más la gran pasión por el mundo del motor que se vive en esta región del Norte de Italia.

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      De nuevo en nuestros Ferrari, pusimos rumbo de regreso a Modena hasta llegar al Ristorante la Bruschetta, lugar elegido para comer y que repetimos de nuevo por la gran amabilidad de sus propietarios y por la excelente cocina que siempre nos ofrecen. Finalizada la comida y después de hacernos unas fotos de grupo junto a nuestros coches, nos dirigimos hasta Maranello, para disfrutar de una tarde que emplearíamos para realizar alguna interesante visita pensada para el deleite de nuestros socios, mientras hacíamos tiempo para entrar a Fábrica el 328GTS, que debería pasar la inspección de Ferrari al día siguiente para su certificación.

      Así al aparcar nuestros coches en la Via Abetone Inferiore, junto a la mítica tienda Shopping Formule One, nos estaban esperando los amigos de la Scuderia Ferrari Club San Martino de Bareggio, con los que tenemos contacto asiduo desde hace unos años y que aún no habíamos tenido el placer de saludarnos en persona. Con ellos estuvimos charlando durante un buen rato y nos comentaron que para el 2014 celebrarían su 30 aniversario, por lo que invitaban a nuestro Club a compartir con ellos un encuentro en Italia en una celebración conjunta, en unas fechas aún por determinar, pero que si ambos clubes pudieran cuadrar sería un evento genial.

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      Después del obsequio de una prenda de abrigo con el logo de su club y con el nombre bordado del que os escribe estas líneas, nos despedimos de ellos no sin antes hacernos una foto de recuerdo, para dirigirnos hasta el Taller Toni Auto, donde realizamos una visita en donde descubrimos distintas unidades de clásicos Ferrari, la mayoría en restauración, y en donde pudimos ver la estrecha colaboración existente entre el departamento Ferrari Classiche y los distintos especialistas de la zona, como el propio Toni Auto y el Carrocero Zannassi, los cuales colaboran muy estrechamente con la marca en la reparación y restauración de vehículos.

      Como siempre Davide Toni, el propietario, nos saludó amablemente y nos dio vía libre para acceder a todos los rincones de su taller, donde nuestros socios quedaron gratamente sorprendidos del trabajo que allí se realiza y del tipo de vehículos que pasan por sus manos, descubriendo la presencia de algunos modelos tan míticos como un 250GT California, varios 275GTB, 364GTB Daytona Competizione, 330GT e incluso vimos en la plataforma elevadora un precioso F50.

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      Finalizada la visita, llegaba la hora del regreso del 328GTS al lugar que le vio nacer, y fue en este caso su propietario quién cruzó la mítica valla de entrada a Fábrica con su Ferrari, hasta adentrarlo en la antigua nave de la Fundición, lugar que ocupa en la actualidad el departamento Ferrari Classiche. Allí el 328 pasaría la noche junto a algunos de sus hermanos de otras épocas, muchos de ellos de serie como él y otros con un gran pedigrí en la competición, por lo que a muchos nos pareció algo romántico que este coche regresara a sus orígenes, en una especie de bucle que se inició con su nacimiento en los años 80…

      La jornada finalizaría con una cena en el mítico Ristorante Montana, rodeados de un sinfín de objetos y recuerdos ferraristas de todo tipo, y con una charla de carácter monográfico entre todos los comensales, que giró en torno a todas las vivencias que disfrutamos a lo largo del primer día en Italia.

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      Al día siguiente y después de una noche algo inquieta para algunos, llegaba la hora de la visita a la Fábrica Ferrari. Un desayuno reparador y el desplazamiento con nuestros coches hasta Maranello, fueron el preludio de una jornada que se presentaba con grandes expectativas. Una vez delante de la Fábrica, cruzamos a pie hasta la entrada, y allí nos alojaron en una sala de espera con refrescos, mientras nos pasaban un video de presentación y nos repartían unos receptores portátiles con auriculares, para oír las explicaciones en castellano que nos ofrecerían a lo largo de nuestra visita.

      Debido al gran número de personas que éramos, la organización puso a nuestra disposición dos mini-buses con los que nos desplazamos primero a la Gestione Sportiva, para visitar la sección “F1-Cienti”, donde se custodian y se mantienen en plena forma una importante cantidad de monoplazas de F1 históricos, propiedad de clientes de todo el mundo que los disfrutan en numerosos eventos organizados por la marca a lo largo del año. En una nave contigua, entramos en el garaje donde se mantienen y custodian los Ferrari de los Programas FXX y 599XX EVO, muchos de los cuales hemos podido ver anteriormente durante las Finales Mundiales Ferrari celebradas en Valencia.

      Concluida esta primera toma de contacto ferrarista, nos llevaron hasta el Museo Ferrari, donde realizamos una corta visita que luego finalizaríamos por la tarde con más tiempo y calma. De regreso de nuevo a Fábrica, visitamos la Planta Mecánica, donde se rectifican todos los componentes de los motores Ferrari y Maserati, de allí y solo cruzando la calle, entramos en el Edificio de Diseño de Producto, donde nos acercamos hasta la sala “Tailor Made”, donde los clientes pueden elegir cualquier tipo de acabado para personalizar su Ferrari para hacerlo más personal y único.

      La Planta de Montaje de motores fue la siguiente parada. Allí nos mostraron la sección donde se montan los nuevos motores Maserati V6 Turbo y los apartados dedicados a los motores V8 y V12, los cuales una vez finalizados, pasan todos por el banco de pruebas antes de ser instalados en sus respectivos chasis. El edificio de la Planta de Montaje de vehículos fue nuestra siguiente parada, allí la mayoría nos quedamos perplejos por la enormidad de esta instalación, la cual tiene en la planta baja la cadena dedicada a los coches V8, con los 458 Italia y los California, como máximos protagonistas y en la planta superior está la cadena de los V12, dedicada a los F12 Berlinetta y los FF, además de la sección de “sastrería”, donde un importante número de personal femenino cose y prepara los “vestidos” hechos a medida que decorarán los interiores de los Ferrari.

      De allí y casi paseando, llegamos hasta el Departamento Ferrari Classiche, donde vimos a distintos modelos históricos que estaban pasando por las manos de los especialistas, como un 250 Testarossa de 1957, varios Sport descubiertos con carrocería Scaglietti, del tipo 500TR o Mondial, un 166MM, un 512M de David Piper, un 250LM de la Scuderia Filipinetti, varios Daytona, etc, y también el 328GTS que habíamos traído para certificar,… pero fue a través de un enorme cristal que comunica este departamento con el Show Room de Ferrari, donde pudimos ver a la última creación de la casa, el extraordinario “LaFerrari”, el que pasará a ser en breve el nuevo referente de su clase.

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      Finalizada la visita a la Fábrica y después de recibir unos obsequios, cruzamos de nuevo la Via Abetone Inferiore para entrar en el Ristorante “Il Cavallino”. Que mejor que este mítico lugar para poder degustar un excelente menú Emiliano, mientras poníamos un poco en orden todo lo que habíamos visto a lo largo de la mañana. La mayoría estábamos aún con la adrenalina brotando por nuestros poros y aunque muchos de nosotros no es la primera vez que entramos en Fábrica, os puedo asegurar que cada vez es distinta y siempre descubrimos algo nuevo, así que ya os podéis imaginar lo que deben sentir los que es la primera vez que viven una experiencia así.

      Después de comer, no quisimos irnos de Il Cavallino sin dejar nuestra huella, así que le pedimos a Lisa Cecchetto, la responsable del Ristorante, que fijase en la puerta de su establecimiento el logo de nuestro Club que le entregamos a tal efecto. Mientras tanto, el propietario del 328GTS entraba de nuevo a Fábrica para recoger su coche, una vez finalizada la inspección de sus elementos vitales (chasis, bastidor, motor, etc) por parte de los técnicos para su posterior certificación. Una vez de regreso, nos dirigimos hacia el Museo Ferrari, para visitar sin prisas los modelos expuestos en un edifico recientemente ampliado y renovado con una nueva imagen y nuevos contenidos, de los que destacaban dos muestras especificas, la principal la dedicada a LaFerrari y sus distintas fases de diseño, con la exposición al público de una maqueta a tamaño real del coche y dos de los diseños finalistas que más tarde fueron descartados, quizás por sus líneas demasiado atrevidas. En la misma planta y en un espacio nuevo del museo, había una muestra monográfica dedicada a distintas “Mulas” de desarrollo de nuevos modelos, como el prototipo M3 que en su día escondía las entrañas del Enzo, una unidad muy camuflada del proyecto F150 (LaFerrari) y otra realizada sobre la base del 599 HY-Kers, que sirvió para el estudio de la refrigeración del sistema hibrido empleado en LaFerrari.

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      En la planta inferior había una interesante exposición de algunos de los GT con más pedigrí del Cavallino, como el 250GT Breadvan, un 250LM Stradale, un 250GTO del 62 y otro del 64, un F40LM y un 288GTO Evoluzione, además del 599XX Evo, entre otros,… sin duda una interesante selección que hizo las delicias de muchos de nosotros.

      Como en esta ocasión decidimos los organizadores de este viaje dejar mucho tiempo libre a los participantes, para que pudiesen descubrir por su cuenta Maranello, una vez finalizada la visita del Museo nos dispersamos en grupos, que algunos aprovecharon para realizar algunas compras y otros para tomar algunos refrescos con la intención de mitigar un poco el calor reinante. A última hora de la tarde y atendiendo la solicitud de varios socios, nos volvimos a reunir para desplazarnos hasta la hacienda “La Noce”, situada en la colinas de Maranello, para adquirir su célebre y artesanal “Aceto Balsámico”, conocido por muchos de nosotros por haber celebrado en años anteriores algunas cenas del club en su magnífico restaurante. El dueño de la hacienda nos recibió y nos ofreció una visita guiada muy amena a su “Santa Santorum”, lugar donde a base de mucha paciencia y muchos años, nace su famoso Aceto.

      El día llegaba a su fin y después de regresar a Maranello, decidimos acercarnos hasta la Pizzeria “Le Due Leoni”, situada junto a la Via Giardini Sud en la localidad de Formigine, donde cenamos todos juntos a base de Pizzas, y disfrutando de un magnifico ambiente. Como muchos de los participantes en el viaje regresaban al día siguiente a España, nos despedimos de ellos una vez finalizada la cena, regresando posteriormente todos juntos al Hotel.

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      El sábado por la mañana amanecía de nuevo soleado y caluroso, por lo que una vez despachado el desayuno, salimos con nuestros Ferrari dirección a Modena, donde visitaríamos el Museo Casa Enzo Ferrari, inaugurado en 2012 en el mismo edificio donde nació Enzo Ferrari en 1898, y que muchos de nosotros aún no habíamos tenido la oportunidad de visitar. En esta ocasión, en el nuevo edifico acristalado donde se concentran la mayor parte de las exposiciones, pudimos deleitarnos con una muestra monográfica dedicada a la Fórmula 1, con una selección de los monoplazas más significativos de la historia, acompañados de una colección privada de cascos de distintos pilotos y numeroso material gráfico que resumía año a año, la evolución de los modelos a lo largo de los décadas.

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      Con esta visita el evento tocaba a su fin, pero como la mayoría no teníamos previsto volver a España hasta el día siguiente, decidimos comer juntos en Maranello, en un restaurante que disponía de pantalla de TV que nos permitió ver la sesión de Calificación del Gran Premio de Alemania de F1, en donde nuestros pilotos no quedaron muy bien clasificados por culpa de una estrategia del equipo, que se demostró al día siguiente, totalmente equivocada. Pero como Ferrari es mucho más que la F1, nosotros seguimos disfrutando y comentando los detalles de todo lo que habíamos visto y compartido a lo largo de los tres días de nuestra presencia en “Tierra Santa”.

      El domingo por la mañana nuestra estancia en Maranello tocaba a su fin, por lo que decidimos antes de iniciar el viaje de regreso, hacernos una foto con el Ferrari 328GTS, como recuerdo imborrable de nuestro paso por la cuna del Cavallino Rampante, no sin desear volver el año próximo en una nueva visita, en la que ya estamos empezando a trabajar para que sea como mínimo tan apasionante como esta…


    Texto: Fede García
    Fotos: Juan Ramos y Sergi Miquel
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