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Aquellos primeros años de existencia de la empresa, coincidieron en un momento clave de creatividad del diseño italiano, que fue aprovechado hábilmente por Enzo Ferrari, para rodearse de los mejores diseñadores con los que vestir a sus coches.
![]() ![]() La empresa Carrozzeria Touring de Milán, fundada en 1926, llevaba colaborando con Enzo Ferrari desde los años 30, carrozando algunas versiones de los Alfa Romeo que competían defendiendo los colores de la escudería que él dirigía. Quizá por este motivo, las dos unidades del Auto Avio 815 que realizó en 1940 para participar en las Mille Miglia, fueran vestidas por el carrocero milanés, y aunque el primer Ferrari que salió de Maranello en 1947, el 125S, fue construido también sobre un diseño original de Touring, la colaboración entre las dos casas se interrumpió durante un tiempo, por una discusión.
Fue necesario esperar hasta el Salón del Automóvil de Turín de 1948, para ver un nuevo modelo de Touring, el 166MM Spider, más tarde conocido como Barchetta, por su gran parecido con una pequeña embarcación. Este vehículo fue construido utilizando el método que había perfeccionado Anderloni y patentado Touring en 1937, conocido como Superleggera. Este sistema se basaba en la moldura de las planchas de aluminio que formarían la carrocería, sobre un molde de madera, la cual una vez completada, se montaba sobre un chasis de tubos de acero, con lo que el conjunto adquiría una gran rigidez, gracias a la unión entre ambas partes, obtenida envolviendo el aluminio sobre los tubos de la parte inferior. Aunque el modelo Spider Touring fue considerado por Ferrari como un vehículo de competición, algunos de ellos fueron utilizados como coches de calle, aunque por entonces era muy habitual, que los pilotos acudieran a competir los fines de semana con el Ferrari que utilizaban a diario en su vida cotidiana...
![]() ![]() A este primer Spider le siguieron otros modelos míticos, como el Ferrari 166 Coupé y el 195MM, tanto en Barchetta como en Coupé, o las versiones algo más domesticadas de los 166, 195 y 212, de las series Inter y Export, creadas para ser vendidas al publico, y obtener con los beneficios, el dinero suficiente para seguir compitiendo.
En aquellos años de posguerra en Italia, además de los Ferrari llamados oficiales, existían muchas versiones cliente que participaban en las innumerables pruebas que por entonces se celebraban. Muchas de ellas eran adquiridas de segunda mano y otras provenían de vehículos accidentados, cuyos nuevos propietarios se encargaban de reconstruir, y muchas veces intentaban mejorar con sus propios diseños, por lo que varias empresas carroceras, muchas de ellas artesanales, realizaron en aquellos años muchos trabajos a la carta, que aún hoy en día son admirados por sus avances y audacia de líneas. Así pues, la presencia en las carreras de modelos Ferrari con carrocerías Motto, Autódromo o Fontana, eran muy corrientes, al lado de los Ferrari oficiales de fabrica.
![]() ![]() La colaboración de Touring con Ferrari terminó en 1952, aunque años más tarde, el carrocero de Milán realizó algún trabajo esporádico para la Scuderia.
Otra de las casas que colaboró con Ferrari estos primeros años fue la Carrozzeria Ghia. Empresa de carácter familiar, estaba dirigida por Mario Felice Boano, después de serle traspasada por su fundador Giacinto Ghia, antes de su muerte en 1944.
![]() ![]() Esta compañía solía colaborar de forma asidua con la americana Chrysler, para la cual había realizado algunos modelos, por lo que Ferrari pensó, que si Ghia diseñaba alguna carrocería para su marca, podría serle de utilidad para introducirse en el mercado americano. Al final, está colaboración fue breve y poco fructífera, puesto que los diseños de Boano carecían de la chispa de genialidad que Ferrari buscaba en sus deportivos. La producción íntegra de Ghia para Ferrari, no alcanzó en su totalidad las 30 unidades, repartidas a lo largo de un periodo de casi tres años. A una primera berlinetta construida sobre un chasis 166 Inter en 1950, le siguieron diez 195 Inter en 1951, confiados por Boano a su yerno, Ezio Ellena, ya que su empresa estaba saturada de trabajo. Al año siguiente se realizaron diez 212 Inter y cinco 340 América, además de tres Cabrio, los únicos que disponían de chasis proporcionados por Ferrari y los que cerraron la colaboración con Ghia. De esta ruptura, la empresa que sin duda salió más beneficiada por entonces, fue la turinesa Vignale.
La relación entre la Carrozzeria Vignale de Turín y Ferrari, dio comienzo a principios de 1950 y prosperó a lo largo de cinco años. Alfredo Vignale tenía en su empresa a un autentico genio creador, su amigo Giovanni Michelotti, del que supo sacar el máximo partido a sus ideas.
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Como sucedía en otras casas carroceras, Vignale tenía su propio sistema de trabajo, que consistía en pasar los bocetos de cada diseño, a paneles de aluminio de escala 1:1. Los paneles se colocaban sobre unas banquetas de madera, para conferirles la forma deseada, a base de golpes de maza. Una vez realizados los elementos de la carrocería, se fijaban sobre un esqueleto metálico, remachando y atornillando cada pieza y tapaban con cal las pequeñas imperfecciones, con la ayuda de una paleta. A continuación se aplicaba la pintura. El sistema era íntegramente artesanal, por lo que podemos afirmar que entre todas las creaciones de Vignale, hubo siempre algunas diferencias, quedando descartada la más mínima intención por su parte, de una producción en serie.
![]() ![]() Vignale realizó los primeros nueve Ferrari 166 Inter Coupé y un Cabrio, garantizándose los encargos de la casa de Maranello a lo largo de cinco años, con una producción total que alcanzó las 155 unidades. De sus mesas de dibujo, salieron las carrocerías de modelos como el 225S Spider o los Coupé de las series 166, 195, 212, 225 y 250 de líneas muy suaves y limpias, para más tarde aplicar un diseño más radical a los potentes 340MM Spider, vencedores en las Mille Miglia y más tarde con el 340 México de la Carrera Panamericana. Muchos famosos y personalidades de la época, apreciaron las creaciones de Vignale, como el Rey de Bélgica, Leopoldo III, el príncipe Bernardo de Holanda, el actor inglés David Niven o el realizador italiano Roberto Rossellini.
Este modelo marcó un punto de inflexión, en las preferencias de Enzo Ferrari en cuanto a los carroceros se refiere. Los primeros Inter fueron diseñados por Vignale, por Touring y por Ghia. El más prolífico fue Vignale, que realizó numerosos Coupé y Cabrio del tipo Inter, además de los 212 Export en versiones Cabrio, Berlina y Spider, en seis series diferentes hasta llegar al último modelo en marzo de 1953, mientras que Touring realizó el último 212 Inter Barchetta en 1952.
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Con el fin de la producción de este modelo en 1953, Ferrari optó por simplificar su estructura productiva y eligió a Pininfarina, como el nuevo diseñador mayoritario de su producción de vehículos, los cuales serían montados a su vez, en los talleres de la Carrozzeria Scaglietti en Modena. Esto reportó para la compañía múltiples ventajas, la principal era que a partir de entonces podría ofrecer una imagen distintiva de marca en sus vehículos, algo imposible de lograr hasta aquel momento, por la diversidad de diseñadores existentes, y poder aprovechar en algunas ocasiones, la genialidad creadora de Sergio Scaglietti, al que encargaría el diseño de las carrocerías de algunos de los vehículos de competición, más potentes y sofisticados.
Su colaboración con Ferrari a continuado hoy en día, puesto que en 1975 las dos compañías firmaron un acuerdo, en la que la Carrozzeria Scaglietti pasaba a formar parte integrante de la estructura de Ferrari, siendo en la actualidad, la encargada del enchapado de las carrocerías Ferrari.
Desde entonces, ambas empresas han caminado juntas hasta nuestros días. Su primer modelo el 250MM, aprovechó la base del 250S creado por Vignale en 1952, al que realizó diversos retoques a cargo de Francesco Salomone, estilista de prestigio de Pininfarina. Presentado en el Salón de Ginebra de 1953 fue bautizado con las siglas MM por la victoria lograda en las Mille Miglia el año anterior por Bracco, con el 250S. De este Ferrari se realizaron 17 unidades, a las que se sumaron 14 Spider, aunque no todas ellas fueron firmadas por Farina.
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A este primer modelo le siguieron el 250GT Europa y el 375GT América, con idéntica carrocería, pero con diferencias mecánicas importantes entre ellos. El primero estaba equipado con el motor de 2693cc y estaba destinado a Europa, donde las grandes cilindradas estaban muy grabadas, mientras que el 375GT incorporaba el motor de 4,5 litros y estaba reservado para el mercado Norteamericano. A partir de este momento, el número de unidades de Ferrari fue en aumento de forma paulatina, llegando a finales de los años 50, a una producción cercana a los 250 coches al año, no muy numerosa, pero si suficiente, para cumplir con su selecta clientela de entonces. Nuevas siglas y denominaciones aparecieron en años posteriores, fruto de la larga colaboración entre Pininfarina y Ferrari, como los modelos 250GT, 250TF, 250GT SWB, 250Spider California, 410 Superamerica, Superfast, 250GTE 2+2, 250GT Lusso, 250LM, 246GT Dino, 365GT/4 Daytona, 512BB, 308GTB, Testarossa, F40, 456GT, F50, 550 Maranello, 360 Modena, Enzo Ferrari, 612 Scaglietti,... producción solo interrumpida de manera muy ocasional, por Zagato o Bertone. Nombres míticos todos ellos, pertenecientes a una marca singular como Ferrari, llena de detalles y anécdotas, que han escrito a lo largo de más de seis décadas, un capitulo importantísimo en la historia del automóvil.
Bibliografía: “Ferrari: Historia de un Clásico” de Brian Laban (Edic. Susaeta) Fotografías: Cortesía Barchetta.cc Collection y Archivos personales del autor © Copyright 2003 - Mini Auto & Fede García © Copyright 2003-2012 - Ferrari Club España
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