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Su duración era de cuatro a seis días, con etapas realmente muy difíciles y un recorrido muy duro, ya que buena parte de los caminos eran de tierra o bien, aunque estuviesen asfaltados, el firme no era precisamente el de las autopistas europeas. El recorrido se caracterizaba por sus grandes desniveles, a veces se cruzaba en la misma jornada de 1200m a 3000m de altitud, con etapas al sprint debido a sus grandes rectas, y velocidades a veces superiores a los 230Km/h, todo esto unido a las grandes potencias de los vehículos, llevaba al agotamiento extremo de los pilotos con salidas de pista y accidentes casi siempre mortales. La ruta transcurría desde Ciudad Juarez, hasta El Ocotal en la frontera con Guatemala, de Norte a Sur en los primeros años, aunque luego la prueba se realizó en sentido contrario.
Esta carrera conocida también como Mexican Road Race, se celebró por tanto solo cinco veces. Estaba reservada únicamente a vehículos Turismo, y solo a partir de 1952 se abrió a la categoría Sport, entrando a participar entonces de modo oficial, la mayoría de marcas más importantes, como Porsche, Lancia, Ferrari, Mercedes y no solo las americanas que lo habían hecho hasta aquel entonces, puntuando al año siguiente para el Campeonato del Mundo de Constructores. En la edición de 1950, con 32 coches inscritos la victoria fue para Cadillac. En esta ocasión las casas europeas acudieron en muy poco numero, por el reglamento de la prueba que exigía una fabricación mínima de 500 unidades de cada modelo que participara en la carrera, favoreciendo claramente a las grandes marcas norteamericanas, como Oldsmobile, Cadillac, etc, finalizando en una muy honorable cuarta posición final, el Alfa Romeo 2500 de seis cilindros en V de Taruffi. En 1951, los organizadores de la prueba permitieron a los constructores realizar modificaciones en los chasis y motores de los coches de serie, a condición que se mantuviera intacto el árbol de levas. Así la Ferrari alarga el chasis del 212, logrando de hecho un Sport, que seguía cumpliendo las normas previstas por el reglamento.
Pilotados por Taruffi y Chinetti por una parte y Ascari y Villoresi de otra, Ferrari realiza una demostración adjudicándose las primeras plazas, con dos 212Inter, clasificándose en tercer lugar el Chrysler de Sterling, equipado con un motor de ocho cilindros de 220CV. Esta victoria italiana, obliga a los organizadores a clasificar en distintas categorías a los vehículos admitidos en la prueba.
En 1952 se crean dos clasificaciones distintas, una para los coches Sport con un reglamento especifico y otra para los coches Turismo, dotados con una carrocería obligatoriamente de serie y con motores de un solo carburador.
Este año las ocho etapas previstas, se realizaron en cinco días, siendo suprimido el día de descanso que se realizaba en carreras anteriores.
Ferrari diseñó un coche especifico para la Panamericana, con el motor derivado del 340 América con nuevos árboles de levas y válvulas más grandes, logrando una potencia de 280CV, alargó el chasis, reforzó las suspensiones con un par de amortiguadores hidráulicos Houdaille del tipo palanca en el tren trasero, con el eje fijado a su vez a ballestas con dobles brazos paralelos. Se adoptaron ruedas de 16 pulgadas para dejar espacio a tambores de freno de mayor diámetro y se diseñó un cambio de cinco velocidades, con una quinta sobre multiplicada, para obtener velocidades punta elevadas sin dañar el motor en las largas rectas mexicanas. Pero la novedad más vistosa era su espectacular carrocería, realizada por Vignale sobre diseño de Giovanni Michelotti... habia nacido el 340 México. Con una importantísima participación italiana (a los tres Ferrari 340 México, un 250 MM y cinco 212, se les sumaron cuatro Lancia Aurelia GT) se inició la tercera edición de la Gran Carrera Panamericana. En Tuxtla-Gutiérrez los Ferrari se toparon con el escuadrón Mercedes, con los nuevos prototipos 300SL y una estructura organizada de manera casi militar, con un despliegue de hombres y medios sin parangón. En la primera etapa se retiraba Ascari, pero Luigi Villoresi se adjudicó la segunda. En las dos etapas siguientes (de Puebla a Ciudad de México y de la capital a León) la carrera pareció reducida a una lucha en familia, con Villoresi como ganador de ambas, que desplazó a Bracco de la primera posición.
Lamentablemente, en la etapa siguiente también Villoresi tuvo que abandonar con la caja de cambio destrozada, dejando a Bracco solo defendiéndose del ataque Mercedes. En las últimas etapas los más veloces 300SL sacaron todo su potencial... siendo Kling el ganador y Lang el segundo, clasificándose tercero Chinetti con un Ferrari 340. La Carrera Panamericana de 1953 se caracterizó por los grandes accidentes. El Lancia de Bonetto chocaba contra un muro en el pueblo de Silao, mientras Antonio Stagnoli y Giuseppe Scotuzzi fueron victimas de un pinchazo de su Ferrari, en la zona de Oaxaca, provocando también una espectacular salida que les obligó a abandonar... La carrera fue dominada esta vez por Lancia, con su D24, un vehículo especialmente diseñado para la Panamericana, cuyo propulsor V6 a 60º de 3096cc, disponía de una potencia de 226CV, y un peso total en su conjunto de 760Kg. Consiguió las tres primeras plazas de la prueba, logradas respectivamente por Fangio, Taruffi y Castellotti.
En 1954 los Ferrari presentes en la salida estaban confiados a equipos privados, sin una intervención directa de la Casa, ni siquiera en el caso de Luigi Chinetti y del aficionado Franco Cornacchia, entre los primeros en inscribirse sus coches eran respectivamente un 375MM y un 250Monza, no los del equipo oficial, que se quedaron en Italia. O, mejor dicho, deberían haberse quedado en Italia, porque Ferrari vendió dos magníficos 375Plus a los estadounidenses Erwin Goldschmidt y John Edgar, justo a tiempo para la aventura mejicana. Y ellos se apresuraron a inscribirlos en la prueba, confiando su pilotaje a Umberto Maglioli el primero y a Chinetti con Shakspeare el segundo, es decir, los mismos pilotos de la Scuderia Ferrari que los habían pilotado en competición en Europa, y que conocían los Sport Ferrari mejor que cualquier otro piloto, a ellos se unió un tercer 375Plus, pilotado por Forbes-Robinson, este ultimo apodado "El Zorro". Junto a ellos figuraba también el piloto español Alfonso de Portago con un 750 Monza, totalmente pintado de negro... y un Ferrari 212 Europa pilotado por Echeverria-Villegas, formaban entre otros, como los Ferrari más preparados.
El 375Plus parecía fabricado a mediada para la Carrera Panamericana de 1954, con su V12 de 4,5 litros, y 340CV de potencia, lograba velocidades punta de hasta 300Km/h. Vistosamente patrocinado por la empresa petrolera 1-2-3, con unas letras que casi tapaban el dorsal, el veterano Umberto Maglioli se mantuvo en cabeza de la prueba desde el comienzo hasta el final, sin que nadie lograra amenazarlo, estableciendo un nuevo record de la prueba en más de 173Km/h de media, siendo además, distinguido por ser el ganador de más etapas de la carrera. Portago se retiró por avería mecánica, cuando llevaba disputados 200Km, mientras que el Ferrari 375Plus pilotado por Robinson, sufría un tremendo accidente que le obligaba a retirarse, igual suerte sufrió el 212Europa pilotado por Echeverria, cayendo por un terraplén salvándose los dos pilotos de forma milagrosa...
Después de los terribles accidentes sufridos por muchos pilotos de renombre, algunos de los cuales encontraron la muerte, la Carrera Panamericana se dejó de organizar, retornando a partir de la década de los 90, con el formato dedicado exclusivamente a vehículos clásicos, con modelos históricos pertenecientes a aquella época...
Bibliografía: El Mito Ferrari de Planeta Agostini Fotografías: Cortesia de Barchetta.cc Collection y Archivos personales del autor © Copyright 2003-2012 - Ferrari Club España
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